La reducción de la jornada laboral es un tema de principal actualidad en los difíciles tiempos recientes. Acompáñanos a averiguar si efectivamente me pueden reducir la jornada laboral sin mi consentimiento.
Reducción de jornada laboral: un tema polémico
¿Me pueden reducir la jornada laboral sin mi consentimiento? Tal pregunta llena gran número de foros, redes sociales y motores de búsqueda a lo largo de Internet. No es para menos: es difícil imaginar un par de años en los que haya sido más pertinente planteársela. Mientras los trabajos de todo el mundo resultan modificados al límite por fuerzas más allá de las humanas, nos sentamos con ansias a calcular las horas y la ganancia que representan, calculando nuestros gastos a continuación.
La reducción de la jornada laboral siempre ha sido un tema polémico. Gran parte del desarrollo de nuestra sociedad occidental moderna se ha basado en la lucha progresiva por una jornada laboral manejable, que permita tanto la productividad de la empresa como el libre esparcimiento del individuo.
Las jornadas esclavizantes de más de 11 horas no pasaron a ser ocho de forma espontánea, sino a través de un complejo período tanto de cruentas luchas sindicales como de innovación tecnológica. Pero llegan contextos en los que una reducción de jornada abrupta puede representar algo atemorizante para nuestra rutina económica.
La llegada de la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia creó escenarios laborales casi sin precedentes, en los cuales cada trabajador y empresario empezaron a aplicar prácticas muy propias para sobrevivir el vendaval del virus.
Gran parte de las organizaciones optaron por modificar radicalmente sus maneras de llevar una jornada, trasladándolo prácticamente todo al mundo cibernético. Otras tomaron la decisión de cubrirse y esperar el paso de la tormenta, suspendiendo labores indefinidamente. Y otras decidieron la reducción de jornada para sus empleados.
Si tienes un interés especial por conocer todo lo relacionado con el siempre difícil escenario laboral en España, tal vez te resulte de provecho visitar también este otro artículo de nuestra web dedicado a la definición de los parados de larga duración. El paro en España es prácticamente una triste tradición de muchas décadas. ¡Sigue el link!
¿Me pueden reducir la jornada laboral sin mi consentimiento?
La respuesta al asunto sobre si me pueden reducir la jornada laboral sin mi consentimiento es algo compleja. Existen razones legales para formar un buen caso a favor de la medida, particularmente en escenarios de emergencia.
Pero en otras interpretaciones y en la práctica pueden actuar otras variables y matices que conducen a una decisión más consensuada. Por ejemplo, en el artículo 47 del Estatuto de los Trabajadores, disponible para su lectura entera en el link señalado, se afirma que la jornada de trabajo podrá reducirse por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
Naturalmente, un estado de alarma como la crisis desatada por el Covid-19 entra dentro de estas causas imponderables para reducir una jornada laboral, pues reúne incidencias graves sobre la organización, economía y producción de cualquier empresa. El formato elegido generalmente en España para llevar a cabo despidos, suspensiones temporales o reducir jornadas es el famoso ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo).
ERTE
El ERTE permite ejecutar una reducción de jornada desde un mínimo del 10 % hasta un 70 % que envíe a los trabajadores a sus casas de manera temporal hasta la normalización de la situación.
Durante todo este tiempo, los trabajadores cobrarán de la empresa las pocas horas que sigan trabajando, mientras que las horas que han desaparecido y quedado vaciadas de ingreso serán asumidas por una prestación contributiva por desempleo del Estado hasta en un 70 % del salario. Teóricamente, esto otorga al trabajador con jornada recortada en casa un ingreso al menos cercano al que solía tener antes de la crisis.
Sin embargo, este cauce institucional tampoco da rienda suelta al empleador para recortar o suspender de cualquier manera. La ley también es clara en su exposición de que cualquiera de estas medidas extraordinarias dentro de un estado productivo crítico deben ser propuestas y consultadas con los representantes de los trabajadores o con los trabajadores mismos.
Es lógico que exista un proceso de consultas, pues la situación de cada persona durante la pandemia no es necesariamente la misma, no sólo por clase o posición laboral sino también por necesidades familiares específicas.
De hecho, a lo largo de este viacrucis de cuarentenas, distancia social y parálisis laboral, han sido los propios trabajadores los que han propuesto muchas veces para sí mismos un recorte de jornada laboral, porque les resultaba una necesidad. Pensemos un momento en una madre con dos niños de corta edad que no pueden ir al colegio por las restricciones.
De alguna manera, debería cumplir con sus labores remuneradas de siempre para mantener el hogar a flote, pero no habría nadie que cuidara de los niños en su ausencia, pues su marido también cumple sus horas. Esa madre, como muchas, pidió una jornada laboral más corta, para sobrellevar el peso que el momento le puso encima. Misma lógica puede aplicarse a aquel trabajador que debe cuidar de la hospitalización delicada de un familiar en medio de la necesidad de seguir produciendo.
De manera que no es tan sencillo plantear el asunto como una reducción sin consentimiento o consensuada. Evidentemente, un empleador no puede sacarse una jornada por la mitad de la chistera, debe articular con los sectores sindicales lo propuesto, pero tampoco podría el trabajador dedicar todas las horas por las que fue contratado sin poner en riesgo su salud. La rutina de siempre es sencilla de precisar, los escenarios de fuerza mayor son bastante más complicados y difíciles de sobrellevar todos sus factores asociados.
En el siguiente vídeo se amplía con sencillez todo lo relacionado con la reducción voluntaria proporcional de la jornada laboral, sus causas, su base legal y los grupos que pueden ser beneficiados por la medida. Hasta aquí nuestro artículo sobre la inquietud acerca de si me pueden reducir la jornada laboral sin mi consentimiento. Hasta pronto, fuerza en sus jornadas completas o parciales y buena suerte en sus labores.